El año del salmón: valor de las exportaciones aumentó casi un 30% y proyectan un 2023 con buenas cifras

La pandemia le dio un duro golpe al negocio salmonero. Con el cierre del canal foodservice (hoteles, restaurantes y catering) su principal fuente de ingresos se vio bloqueada y los precios promedio tendieron a la baja.

Sin embargo, 2022 fue un año marcado por la recuperación de la industria. Tanto así, que según el último reporte del Banco Central, el salmón representó el 48,5% del valor total de los envíos de alimentos al extranjero durante el año.

Las exportaciones de este producto alcanzaron los US$ 6.227 millones, cifra un 28% más alta que los US$ 4.861 millones registrados en 2021.

Arturo Clément, presidente del gremio empresarial SalmonChile, califica este aumento como un récord histórico para el sector y destaca que no corresponde a un mayor volumen de producción, “sino a mejores precios y a un mayor valor agregado en los productos. Además, esta alza contrarresta los efectos que tuvieron en la demanda las situaciones en China y Rusia”.

El elevado rendimiento de la industria, dice el dirigente, ha estado marcado por buenos precios en sus mercados más relevantes, como EEUU, Japón y Brasil, los tres principales destinos del salmón chileno.

De acuerdo a los datos recopilados por el Consejo del Salmón –otro gremio de esta industria que agrupa a cinco grandes compañías del sector-, en 2022 el precio del salmón chileno aumentó un 21,3% respecto al año anterior.

Futuro de la industria

En septiembre, la clasificadora de riesgo Feller Rate destacó la“escalada histórica” en el precio del salmón y proyectó que este se mantendría alto en 2023.

Si bien aún no se conocen sus estados financieros anuales, estos números ya han impulsado hacia arriba los resultados de varias de las empresas del sector: a septiembre, Blumar aumentaba en un 131% sus utilidades año contra año; Salmones Austral hacía lo propio en un 139%; y Salmones Camanchaca obtenía ganancias por US$ 37 millones, versus los US$ 19 millones que perdía en esa fecha en 2021.

Asimismo, también han tenido su reflejo en el mercado de valores. Por ejemplo, en la Bolsa de Santiago, la acción de Multiexport cerró el año con una rentabilidad de un 82,37% y el papel de Salmones Camanchaca hizo lo propio con un 62,45%.

Con miras a 2023, Clément señala que se ha visto una demanda sostenida y que se ha mantenido en el tiempo, por lo que esperan seguir con la tendencia mostrada en 2022 tanto en cuanto a precio como a demanda, lo que “le da estabilidad a la industria y una perspectiva de crecimiento a largo plazo que es satisfactoria para la cadena productiva que está detrás de la salmonicultura”.

Chile, actualmente, es el segundo mayor productor mundial de salmón -detrás de Noruega- y exporta a más de 100 países.

“Nos parece importante poder seguir el camino de crecimiento que tuvimos en 2022 y proyectarlo para los años siguientes a través de la sostenibilidad del sector productivo. Sin embargo, habrá que tener en cuenta también el alza de las materias primas en los mercados globales, que ha generado el aumento en los costos de producción del salmón”, agrega el presidente de SalmonChile.

Por su parte, la directora ejecutiva del Consejo del Salmón, Loreto Seguel, afirmó que “estos resultados ofrecen importantes oportunidades al empleo, bienestar y fortaleza de la industria (…) la salmonicultura chilena tiene un fuerte compromiso con el desarrollo de la macrozona sur y por eso creemos que es fundamental trabajar en conjunto en impulsar esta actividad y avanzar en una mayor certidumbre y reglas claras”.

Proyecto que sanciona escapes y
exige transparencia a salmoneras es ley

Tras cuatro años de tramitación, el Congreso despachó el proyecto que sanciona los escapes de peces con una multa equivalente al valor de la cosecha de aquellos que no sean recapturados y, en algunos casos, con la suspensión de las operaciones de un centro. Además, permite que pescadores artesanales puedan capturar los ejemplares que salgan de los cultivos.La nueva ley también exige que las empresas deban publicar la información relativa al uso de antibióticos y antiparasitarios y a la biomasa, mortalidad y cosecha de cada salmonera.
“Antes se creía que el escape de salmones era un problema de privados, pero es un inconveniente que puede tener una afectación directa al medio ambiente y las comunidades aledañas, y con esta normativa se está trazando un camino hacia una actividad más sustentable, segura y transparente”, declaró el subsecretario de Pesca, Julio Salas.